miércoles, 20 de junio de 2012

Diógenes 2.0

Pinterest es la más reciente incorporación al mercado de las redes sociales, básicamente es la versión digital de aquellos corchos de pared que teníamos todos de críos en nuestros cuartos, con recortes de revistas, fotos de nuestros amigos, entradas de cine que nos traían buenos recuerdos...etc

Pues bien, ahora con sólo instalar un botón en tu navegador (se llama "Pin it") cada vez que veas una imagen curiosa o que te gusta por cualquier razón, puedes añadirla a tu panel de Pinterest, clasificarla y compartirla con el mundo entero, bueno o con todos aquellos que usen Pinterest el menos... ¿Y qué tiene de especial, qué es lo que hace que nos podamos pasar horas cotilleando los paneles de cientos de completos desconocidos? al fin y al cabo son sólo imágenes con un breve espacio para el texto descriptivo o comentarios... ¿o no? 
Pues no queridos, cada imagen que "pinées" (sí, han creado su propio verbo, algo que toda compañía anhela desesperadamente, pero ya hablaré de esto en otra ocasión) esa imagen se añade a tu panel acompañada de un link a la página de origen, una estrategia muy útil si no quieres meterte en líos de derechos de autor etc, al fin y al cabo estás haciendo uso de la propiedad intelectual de otros... Esta sencilla funcionalidad, por llamarla de algún modo, abre una nueva ruta de navegación por internet, accedes con rapidez a blogs, webs, tiendas online, páginas corporativas de todos los rincones del mundo, sitios, que de otro modo te resultarían mucho más difíciles de encontrar...

Yo, personalmente, estoy bastante enganchada, puedo pasar horas rebuscando todo tipo de imágenes, prendas de vestir, accesorios, fotos de lugares paradisíacos, obras de arte, trucos de belleza, tutoriales en los que se explica paso a paso todo tipo de cosas como peinados, maquillaje, trucos sencillos para el hogar etc

Hace unos días, mientras pineaba algunos memes me encontré con ésta postal de "somecards": 


Traducción para los no angloparlantes: "Pinterest realmente es sólo acumulación electrónica"

Me hizo mucha gracia, principalmente porque es una verdad como un templo, en pocas ocasiones me entretengo en ver mis propios tableros; me dedico a ver los de los demás y "repinear" todo aquello que me interesa, pero lo cierto es que si todo lo que he "pineado" desde que tengo Pinterest estuviera de forma física en mi casa, a duras penas podría dar dos pasos... Así es amigos, ha nacido lo que he bautizado como "Diógenes 2.0" una variedad de éste desorden psicológico que es, cuanto menos, mucho más higiénica que su aplicación física, puedes conservar en un espacio virtual todo aquello que puedas desear, accediendo a ello siempre que quieras, y ¡no acumula polvo!

Si bien es cierto que, al menos en mi caso, no es igual de satisfactorio contemplar una imagen digital de un Kelly de Hermès, que tenerlo en las manos y dejarte embriagar por ese dulce perfume de excepcional cuero tratado a mano... pero bueno, de momento me tendré que conformar con eso...

lunes, 11 de junio de 2012

Síndrome de Estocolmo


Imagino que la mayoría de vosotros estáis familiarizados con éste término, pero para aquellos que no lo conozcáis o en este momento no lo recordéis con claridad, os hago un breve resumen:

El Síndrome de Estocolmo es un desorden psicológico por el cual algunos individuos que han sido retenidos contra su voluntad por otra persona comienzan a desarrollar una relación de complicidad con su captor, llegando a justificar y defender su comportamiento.

Bien, pues algo parecido nos pasa a los que trabajamos en publicidad, para los que no conozcáis el sector, hay que dejar claro que la creencia popular de que las agencias de publicidad son una fiesta continua y que básicamente nos pasamos el día de cañas y de fiesta en fiesta es totalmente errónea, (si bien es cierto que a la hora de montar un buen sarao nadie nos supera), el verdadero día a día de una agencia es muy duro y exigente para todos los departamentos: cuentas, creatividad, producción, administración...etc

Si conoces a alguien que actualmente trabaje o haya trabajado en una agencia (da igual si se trata de un pequeño estudio o de una gran multinacional) y les preguntas por su experiencia, la gran mayoría te responderá echando pestes: que si los horarios son un infierno, que si los clientes son demasiado exigentes, tacaños, injustos y en la mayoría de los casos maleducados, que si mi jefe es un ****** que no hace más que soltar marrones de última hora, que si los sueldos son una porquería...etc, etc, y acto seguido respaldarán estas opiniones con cientos de batallitas y anécdotas que te harán dar gracias al cielo por haber escogido otro campo de carrera, pero cuando les digas: "¿y por qué no buscas otra cosa?" te mirarán boquiabiertos, patidifusos, casi con desprecio, ante semejante osadía de proposición, como quien observa a alguien que da patada a un cachorro.

Ciertamente la publicidad es un sector duro, muy competitivo y por regla general poco apreciado y agradecido, pero tiene algo... algo que no sé explicar con palabras, algo que hay que vivir para comprender, algo que te engancha y es difícil eliminar de tu sistema.

No me entendáis mal, a todos (incluida una servidora) se nos ha pasado por la cabeza en más de una ocasión dejarlo todo y cambiarnos de sector, de hecho muchos probablemente terminen haciéndolo, pero siempre nos quedará ese gusanillo, esa malsana necesidad de ver, compartir y juzgar toda campaña que salga a la luz, y aunque sea en secreto, todos los que lo dejan, de una manera u otra lo echan de menos, por que no importan las interminables noches de trabajo para cumplir con una fecha de entrega, esos briefings encriptados de algunos clientes, los doscientos mails de cambios enviados por el cliente para un banner que debería haberse solucionado en un par de horas, las interminables reuniones de estrategia, los compañeros/jefes ineptos (de éstos hay en todos los sectores, soy consciente)... Todo eso no importa, por que la verdad amigos es que en el fondo nos encanta la publicidad.

¿Y qué es lo que hace que merezca la pena pasar por semejante calvario? Como he dicho antes es difícil explicar con palabras, de hecho son muy pocos los momentos que hacen que merezca la pena, quizá eso es lo que los hace tan preciosos, pero cuando se lanza una campaña en la que has participado y de la que te sientes orgulloso/a, y escuchas a gente hablando de ella, compartiéndola en facebook, twitter etc, cuando (y esto es algo que prácticamente nunca ocurre) el cliente te da las gracias por un trabajo bien hecho, en ése momento todo lo que ha ocurrido durante el proceso pasa a convertirse en una anécdota más, una nueva aventura que contar a tus amigos/compañeros mientras compartís una caña (o diez...)

En fin, por la parte que me toca, de momento no me he rendido, y aunque tenga que hacer otras cosas por el camino, sé que volveré a la agencia, por que yo amigos, soy un ejemplo andante de Síndrome de Estocolmo publicitario...

lunes, 4 de junio de 2012

Declaración de intenciones

La primera entrada de un blog siempre es la más difícil de escribir, lo ideal es, según creo yo, aprovecharla para definir el tema del mismo y eso es precisamente lo que me dispongo a hacer.

Éste blog tratará principalmente de publicidad, no se puede decir que sea una experta, pero mi breve experiencia laboral y en gran parte personal, se ha desarrollado siempre en torno a éste ámbito, he tenido la oportunidad de trabajar en varias agencias, ya fuera como becaria o como ejecutiva de cuentas, y son muchas las anécdotas e historias que he vivido, algunas de ellas las compartiré con aquellos que decidan dedicarme unos minutos de sus vidas leyendo la sarta de estupideces que me dispongo a soltar aquí.

La finalidad primaria de éste proyecto personal es dar mi punto de vista personal y profesional tanto de las campañas que llamen mi atención como de las vivencias que se generan en torno al desarrollo de las mismas, muchas de las cuales procederé a inventarme (evidentemente sólo las personas involucradas en el proyecto estarían capacitadas para contar los detalles y de momento yo no soy una de ellas). 

No tengo la intención de convertir ésto en un foro de discusión, ni mucho menos de llegar a las masas, se trata simple y llanamente de ocupar mis horas en algo más que en ver todas y cada una de las series a las que me he enganchado durante mis días como parada, y es que sí, como tantos otros compañeros del sector ahora mismo estoy en la calle y rebuscando bajo las piedras una agencia que me ofrezca la oportunidad de volver a hacer lo que más me tortura y a la vez más me gusta, que es ser ejecutiva de cuentas, así que ya sabéis, si os enteráis de algo mandadme un mail!!